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De acuerdo con el Tecnológico de Monterrey, la presencia de los robots en la industria del arte y el entretenimiento ha aumentado en la actualidad. Sirviendo como herramientas de apoyo que permiten desarrollar productos artísticos y de entretenimiento de manera más fácil y eficaz. Así, es más habitual que al público lleguen productos intervenidos por robots.
¿Cuál es el origen?
Como menciona la Universitat Oberta de Catalunya, la palabra robot tiene un origen checo de la palabra robota, trabajo forzado, y robotnik, sirviente. Sin embargo, quien le dio la connotación que actualmente conocemos como sirviente automatizado fue el escritor Josef Čapek en 1917.
De igual manera, se menciona en el mismo artículo, la presencia de los robots en la cultura y el área artística siempre fue un tema de interés para la humanidad. Creando incluso mitos en donde los robots formaban parte, el primero del que se tiene referencia fue Talos, creado por Hefesto. También hay apariciones de hombres mecánicos o robots en otros productos literarios a lo largo de la historia, tal es el caso de Dr. Frankenstein de Mary Shelley o Stilla de Julio Verne. Apariciones de un imaginario artístico que poco a poco se fueron integrando en el mundo real.
Menciona el Tecnológico de Monterrey, la industria del arte y el entretenimiento está llena de la utilización de robots, ya que existen procedimientos humanamente imposibles, que los robots sí pueden lograr. Algunos ejemplos de la presencia de los robots en estas industrias son la implementación de animatrónicos y androides en el cine o el uso de la realidad virtual para presentar obras artísticas. Según el artículo, la complementación de los robots en el desarrollo de las tareas cotidianas no significa un reemplazo del ser humano, más bien, puede ser una herramienta para impulsar el desarrollo de las mismas.
El 30 de julio del 2023, el robot EveR6 se encargó de codirigir la Orquesta Sinfónica Nacional de Corea junto con el director, Soo-Yeoul Choi. Esta fue la primera vez que en Corea del Sur se utilizó el apoyo de un robot para llevar a cabo esta actividad. EveR6 fue un diseño del Instituto Coreano de Tecnología Industrial (KITECH), el cual emulaba una imagen humana.
El funcionamiento de este robot se dio mediante la captura de movimientos, es decir, mediante sensores el robot registraba la trayectoria de la batuta de un director de orquesta. “El robot fue capaz de presentar movimientos tan detallados mucho mejor de lo que había imaginado”, menciona el director de orquesta Choi.
Desde la institución de Cataluña mencionan que aunque aún hay un largo camino por recorrer, los avances tecnológicos en la industria cultural y artística, cada vez alcanzan más la ficción. Lo importante, retomando las ideas del TEC de Monterrey, es ver esta tecnología como herramientas de apoyo y no como un reemplazo del ser humano.