Presidente Nayib Bukele cumple cuatro años al frente del Ejecutivo y declara una guerra frontal a la corrupción

El Presidente de la República, Nayib Bukele, cumple su cuarto año de mandato, en el que destacó el duro trabajo que ha realizado para cambiar la historia de El Salvador y superar las expectativas que muchos creyeron que eran imposibles de cumplir.

Los salvadoreños ahora viven una realidad diferente, gracias a la recuperación del territorio que antes era dominado por las pandillas, que no solo históricamente controlaron comunidades, sino también se fortalecieron gracias pactos con los gobiernos de ARENA y FMLN.

Durante su intervención, el jefe de Estado comentó que el país no solo tiene problemas que son estructurales, sino transversales y que estos afectan todos los ámbitos, por lo que el país ha enfrentado consecuencias directas e indirectas.

“Mi tercer y último anuncio es que hoy declaramos la guerra contra la corrupción. Así como hemos combatido frontalmente las pandillas con todas las herramientas legales, empezaremos una guerra contra la corrupción. Así como enviamos a pandilleros a las cárceles, así actuaremos con la corrupción venga de donde venga”, enfatizó.

El mandatario salvadoreño informó que la noche de este 1 de junio, la Fiscalía General de la República allanó 156 propiedades, 42 vehículos y 15 productos financieros del expresidente de la República por el partido ARENA, Alfredo Cristiani.

El Presidente recordó que, gracias a las reformas hechas en la Asamblea Legislativa, los delitos de corrupción ya no prescriben, por lo que reiteró que van a ir tras cada uno de los corruptos en este país.

“Nadie tiene derecho a ser corrupto, que nadie piense que está blindado. Así como construimos una cárcel para terroristas, construiremos una cárcel para los corruptos, incautaremos todo lo que tengan y haremos que devuelvan lo robado”, comentó.

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Lo anterior es muestra de que el Presidente Bukele está comprometido en combatir la corrupción, haciendo hincapié en que El Salvador no volverá a ser la finca de nadie, y los que en el pasado creyeron que lo era, “lo van a pagar caro”.