El Gobierno del Presidente Nayib Bukele sigue comprometido por trabajar en favor de las necesidades de la población, y seguir avanzando por el camino correcto, tras la decisión del mandatario de optar por la reelección, que está respaldada por las leyes salvadoreñas.
El vicepresidente de la República, Félix Ulloa, aseguró, que la candidatura a la reelección del Presidente de la República está fundamentada en la Constitución de la República. “La norma vigente, habilitante para que el Presidente se pueda presentar como candidato, es el artículo 152 numeral 1° de la Constitución”, indicó el vicepresidente.
El artículo 152, inciso 1°, de la Constitución de la República, que establece las prohibiciones a candidato de la Presidencia, no puede optar por el cargo quien “haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el período inmediato anterior”; así como, “dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial”.
Ulloa estableció que el periodo inmediato anterior hace referencia al mandato ejercido por el expresidente Salvador Sánchez Cerén. “Debe separarse del cargo, no necesariamente renunciar; pedir permiso. Esto lo resuelve la Asamblea Legislativa”, detalló.
Esta es la misma Carta Magna hecha en 1983, de acuerdo con el vicepresidente de la República, tal y como fue escrita en el pasado, permite la reelección, más no por más de dos periodos consecutivos.
“Es una Constitución vigente desde 1983 que no ha sido reformada en ninguna coma, ninguna palabra y ese mismo articulado de la Constitución permite que el Presidente se pueda postular para la reelección”, puntualizó Ulloa.
Según el vicepresidente, por otro lado, tal y como está la ley actualmente, el Presidente Bukele podría inscribir su candidatura, de ser aprobada en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), con cualquier partido político o coalición.
Mediante la Constitución de la República, la población podrá optar por continuar el camino liderado por el Presidente Bukele, para el periodo 2024-2029, cuyo Gobierno tiene a las necesidades de los salvadoreños al centro de sus políticas.