La fuga de líquido cefalorraquídeo: el trastorno que puede confundirse con Alzheimer

NotiPress

En México, más de 1.3 millones de personas viven con Alzheimer, una enfermedad que representa entre el 60 y 70% de los casos de demencia en el país y afecta principalmente a mayores de 65 años. Sin embargo, especialistas advierten que no toda pérdida de memoria indica un deterioro cognitivo irreversible. La fuga de líquido cefalorraquídeo, o CSF leak, es un trastorno menos conocido que puede presentar síntomas similares y confundir incluso a los médicos.

El neurocirujano Alex Hoang, del Hospital Houston Methodist, explica para NotiPress que el líquido cefalorraquídeo “rodea y protege al cerebro y la médula espinal, funcionando como un colchón natural”. Cuando este líquido se filtra, el cerebro pierde parte de su soporte, provocando diversos síntomas. El más común es el dolor de cabeza que cambia según la postura. “El signo más común es un dolor que empeora al estar de pie y mejora al acostarse”, detalla el especialista.

Además del dolor de cabeza, los pacientes pueden experimentar mareos, náuseas, visión borrosa y la llamada “niebla mental”, caracterizada por lentitud o confusión al pensar. En fugas de origen craneal, puede presentarse goteo nasal o faríngeo con un sabor metálico característico.

El Dr. Hoang advierte que “el cerebro literalmente se hunde un poco por falta de líquido, ejerciendo presión en los lóbulos frontales. Esto genera pérdida de memoria, dificultad para concentrarse y problemas en tareas simples, lo que en ocasiones se confunde con Alzheimer”. Según el especialista, algunos pacientes han pasado años sin diagnóstico o incluso han desarrollado complicaciones severas como ceguera o hemorragias cerebrales.

El diagnóstico requiere una evaluación clínica detallada y estudios de resonancia magnética para localizar la fuga. “Encontrar una fuga es como buscar una aguja en un pajar, porque puede estar en cualquier punto de la columna vertebral”, añade Hoang.

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Los tratamientos varían según el origen del problema: desde cirugías mínimamente invasivas por la nariz o el oído, hasta inyecciones sellantes o procedimientos de mayor complejidad. “En el Hospital Houston Methodist usamos un enfoque multimodal y un equipo multidisciplinario para encontrar y tratar la fuga con la técnica más adecuada para cada paciente”, señala el médico.

El especialista destaca la importancia de la detección temprana y el seguimiento posterior. Algunas personas pueden desarrollar nuevas fugas o cefaleas de rebote tras el tratamiento. Además, la investigación médica continúa avanzando con nuevos hallazgos, como la fístula venosa de líquido cefalorraquídeo. “Apenas en los últimos años hemos aprendido a detectarla mejor y estamos desarrollando nuevas técnicas para tratarla”, comenta Hoang.

Finalmente, el mensaje del especialista es claro: “Si el dolor de cabeza mejora al acostarse y empeora al levantarse, no es normal. Puede ser la señal de una fuga de líquido y merece atención médica inmediata”.