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La dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, no solo produce molestias físicas, sino que puede comprometer seriamente el bienestar emocional de niños y adolescentes. Especialistas en salud mental advierten que esta condición puede generar ansiedad, depresión e inseguridad corporal, especialmente durante etapas críticas del desarrollo, como la infancia media y la adolescencia.
Durante el evento “De la infancia a la adultez, una condición que nos acompaña”, organizado por la Alianza de Apoyo al Paciente con Dermatitis Atópica, la psicóloga Doris Santos explicó que entre los 6 y 11 años los menores atraviesan una etapa clave para la construcción de la autoestima. En esta fase, conocida como “laboriosidad versus inferioridad”, los síntomas visibles de la enfermedad o su interferencia con actividades cotidianas pueden alterar la percepción de competencia y generar aislamiento social.
“De repente no solamente soy diferente a nivel físico, porque estoy teniendo una exacerbación tópica en mi cuerpo, sino también hay un aspecto emocional que estoy pasando”, expresó la especialista. Esta interacción entre lo físico y lo emocional puede intensificarse al llegar a la adolescencia, momento en que la imagen corporal adquiere mayor relevancia para la construcción de la identidad.
En la etapa de los 12 a los 18 años, los adolescentes con dermatitis atópica pueden enfrentar mayores obstáculos para formar una autoimagen positiva. Esta situación se refleja en comportamientos como retraimiento, irritabilidad o cambios en el apetito. La psicóloga también enfatizó la importancia de que padres, escuelas y entornos sociales actúen como redes de apoyo: “Trabajamos en equipo jugando todos para el mismo equipo, no divididos”.
Con este contexto, el acceso a terapias eficaces es clave. En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) otorgó recientemente el registro sanitario a lebrikizumab, un medicamento desarrollado por la farmacéutica Lilly. La doctora Ana Cantú, directora médica en inmunología de la compañía, informó que esta terapia está indicada para personas mayores de 12 años con dermatitis atópica moderada a grave, y actúa aliviando síntomas como el eccema y el prurito.
Según datos compartidos con NotiPress, la dermatitis atópica afecta al 20% de la población mexicana y suele ser subdiagnosticada, lo que prolonga el sufrimiento emocional y físico de los pacientes. “Los pacientes viven con esta frustración y frecuentemente buscan acceder a tratamientos que les permitan llevar una vida sin molestias”, afirmó el doctor Santiago Posada, vicepresidente de Asuntos Médicos para Latinoamérica.