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El Reino Unido anunció el lunes 2 de junio una ambiciosa revisión de su estrategia de defensa nacional, centrada en enfrentar amenazas crecientes atribuidas a Rusia. El primer ministro Keir Starmer declaró que la “preparación para la guerra” será ahora el objetivo central de las Fuerzas Armadas británicas, en un contexto marcado por el conflicto en Ucrania, riesgos nucleares y ciberataques.
Durante una visita oficial a Glasgow, Escocia, Starmer presentó el plan como la mayor inversión militar del país desde la Guerra Fría. Según afirmó, “esta revisión estratégica de la defensa permitirá a Reino Unido enfrentar este reto y dotará a nuestras Fuerzas Armadas del equipamiento que necesitan para garantizar nuestra seguridad interior”. La nueva hoja de ruta contempla el desarrollo de capacidades digitales, submarinos, drones y producción nacional de armas de largo alcance.
Las autoridades británicas señalaron como prioridad enfrentar lo que definen como una “creciente agresión rusa”. El primer ministro declaró que “no podemos ignorar la amenaza que representa Rusia. Hemos visto lo que ocurrió en Ucrania hace poco más de tres años”, en una entrevista concedida al canal BBC.
El secretario de Defensa, John Healy, vinculó el nuevo enfoque al impacto de la guerra en Ucrania. “Las duras lecciones aprendidas de la invasión ilegal de Ucrania por parte de Putin demuestran que un Ejército es tan fuerte como la industria que lo respalda”, publicó el primero de junio en la red X. En esa línea, aseguró que “los drones matan ahora a más personas que la artillería tradicional en la guerra de Ucrania”, destacando la transformación tecnológica de los conflictos armados.
Dicho plan contempla una inversión de 15.000 millones de libras (20.300 millones de dólares) hasta 2029. Incluye la ampliación de la flota de submarinos de propulsión nuclear, construcción de seis fábricas de municiones y la adquisición de hasta 7.000 armas de largo alcance. “Construiremos al menos seis nuevas fábricas de municiones en Reino Unido”, afirmó Starmer, subrayando la creación de cerca de mil puestos de trabajo asociados a esta iniciativa.
El programa también incorpora la creación de un comando digital encargado de la defensa ante ciberataques. Según el gobierno británico, las redes militares del país sufrieron más de 90.000 intentos de ataque en los últimos dos años. “Ha llegado el momento de transformar la forma en que nos defendemos”, agregó el primer ministro.
La nueva estrategia fue elaborada con el apoyo de expertos como el exjefe de la OTAN George Robertson y la exasesora sobre Rusia de la Casa Blanca Fiona Hill. Según informó el diario The Guardian, el secretario Healy afirmó ante el Parlamento que esta iniciativa hará “diez veces más letal” al Ejército británico. En términos presupuestarios, el gobierno planea aumentar el gasto en defensa del 2,3% actual al 2,5% del PIB en 2027, con una meta de alcanzar el 3% entre 2029 y 2034.