El Salvador-Sandra Tamacas, jugadora de San Marcelino en la Liga de Fútbol Playa impulsada por el INDES, forma parte por segundo año consecutivo del equipo de monitores nacionales del Programa LaLiga, Valores y Oportunidad.
Su regreso al Campus Nacional representa una oportunidad que ella misma define como “muy bonita”, no solo por compartir con los niños, sino por continuar su crecimiento dentro del proyecto.
Sandra describe esta segunda experiencia como un espacio donde ella aprende tanto como enseña. Para ella, convivir con los niños y trabajar junto a los preparadores de Fundación LaLiga, Kiko González y Rudy Marques, le permite reforzar conocimientos y vivir un ambiente que, asegura, habría querido tener años atrás. “Es una experiencia muy linda. Uno aprende, los niños también van aprendiendo en este campus, y es algo que hubiese querido vivir antes”, comentó.
Su camino dentro del programa inició cuando una compañera la motivó a certificarse como monitora. “Gracias a Dios lo aproveché. He aprendido muchísimo y es algo que me va a servir para toda la vida. Estoy agradecida con las personas que hicieron posible que yo estuviera en este campus”, expresó.
En esta edición del Campus Nacional, Sandra comparte labores con Ingrid Ramos, coordinadora del programa de LaLiga en la zona paracentral y también futbolista de la LFP. Ingrid explicó que ambas vienen del campo y que Sandra ha tenido un crecimiento que la llena de satisfacción. “Cuando inicié con el programa también fui monitora, y cuando pasé a coordinar la zona mi plaza quedó libre. Desde ese momento hicimos las gestiones para que Sandra pudiera certificarse y tomar ese espacio”, recordó.
Además, Ingrid destaca el desempeño de Tamacas dentro del proyecto. “Sandra es una persona muy comprometida; el trabajo que realiza en su Academia Sociodeportiva es muy bueno y por eso fue recomendada para esta oportunidad”, declaró.
Agregó que verla consolidarse en este rol ha sido significativo. “Me alegra verla por segundo año consecutivo en el campus, porque ha sabido aprovechar la certificación y se ha ganado su lugar con el esfuerzo que demuestra día a día”, dijo.
Para Ingrid, la presencia de Sandra tiene un impacto directo en el proceso formativo de los niños. “Sandra tiene una gran conexión con los niños y eso se nota en cada sesión. Aporta técnica, valores y una energía que ayuda mucho al grupo”, apuntó.
Por su parte, Sandra considera que su experiencia como jugadora activa le permite transmitir fundamentos esenciales. “Trato de enseñarles lo más básico: un control, un pase, la técnica necesaria para que jueguen en equipo y no de manera individual. Aquí todos aprendemos, ellos de nosotros y nosotros de ellos”, aseguró.
Para ella, lo importante es que cada niño se lleve un aprendizaje que trascienda el campo. “La idea del campus es que ellos lleven algo para toda la vida, para su futuro, para sus familias y para sus equipos. Es muy bonito estar aquí”, señaló.
Aunque hoy trabaja con niños pequeños en su escuela de San Juan Nonualco, también tiene metas claras a futuro. “Me gustaría entrenar a un equipo de segunda o primera división. Es diferente el trato, uno sigue aprendiendo”, afirmó.
Sandra concluye que estar en el Campus Nacional LaLiga es una oportunidad que valora profundamente: un espacio donde enseña, aprende y se proyecta como formadora para las nuevas generaciones.