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Un grupo de chimpancés jóvenes, observados durante más de un año en un bosque de Uganda, mostró conductas inesperadas que podrían ayudar a entender de dónde vienen las ideas nuevas dentro de las culturas, incluso en la humana. Así lo plantea un estudio publicado en Scientific Reports y liderado por un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal.
Durante 15 meses de observación en el Parque Nacional de Kibale, los científicos documentaron 67 momentos en los que 36 chimpancés inmaduros usaron objetos de formas variadas. En casi la mitad de los casos, estos pequeños hicieron algo poco común, distinto de lo que suelen hacer los adultos de su grupo.
Algunas escenas llamaron especialmente la atención. Una cría usó un pedazo de musgo como esponja para beber agua, otra cargó un trozo de árbol como si fuera una cría propia, y un macho muy joven arrancó hojas en señal de que quería que su madre lo llevara en la espalda. Este último gesto es común en adultos, pero se usa en otro contexto. Aquí, el mismo movimiento tuvo un significado distinto.
Para entender si algunos eran más exploradores que otros, el equipo creó un “índice de exploración”, sumando la variedad y frecuencia con la que cada chimpancé interactuó con objetos. Entre los más curiosos, se encontraban sobre todo hembras y crías de madres con más experiencia. Según los datos, estas condiciones parecían facilitar un entorno donde era posible probar cosas nuevas sin tanta presión o limitación.
El sitio donde ocurrió el estudio, llamado Ngogo, alberga una de las poblaciones más numerosas de chimpancés en libertad. En ese lugar, los adultos suelen usar herramientas simples, como hojas para tomar agua o palos para buscar miel. Lo curioso fue ver cómo los más pequeños no solo imitaban, sino que también transformaban esas prácticas de formas poco vistas.
Aunque estas ideas nuevas no se esparcieron entre otros miembros del grupo, los autores del estudio proponen que podrían tener valor en la historia de cómo nacen y cambian las costumbres culturales. Incluso si una acción novedosa no se repite, podría mostrar una chispa inicial que, en otro contexto, sí logra mantenerse con el tiempo.
Este trabajo fue realizado con apoyo de instituciones en Canadá, Dinamarca y Estados Unidos, e incluyó investigadores de la Universidad de Toronto, Yale y Aarhus. La intención fue observar cómo se desarrollan comportamientos nuevos desde etapas tempranas, sin depender únicamente del ejemplo de los adultos.
 
            