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El surgimiento de un nuevo servicio ruso de verificación de datos plantea interrogantes sobre su fiabilidad, según advirtió Reporteros sin Fronteras (RSF). De acuerdo con la organización, estas plataformas replican nombres de redes internacionales reconocidas y publican artículos que justifican la ocupación rusa en Ucrania.
La portavoz de Asuntos Exteriores del Kremlin, Maria Zakharova, anunció en abril la creación de esta agencia como parte de una estrategia para contrarrestar lo que llamó “historias falsas”, “campañas de desinformación promovidas por Occidente” y “verificadores de datos sesgados”. El proyecto adoptó el nombre Global Fact-Checking Network, muy cercano al de la International Fact-Checking Network, un consorcio internacional consolidado.
Entre los cofundadores se encuentran la agencia estatal TASS y ANO Dialog, entidad sancionada por Estados Unidos y la Unión Europea. El sitio web está disponible en ruso e inglés, ofrece recursos educativos y listados de supuestos expertos, aunque verificadores consolidados identificaron errores fácticos y narrativas prorrusas en varios de sus artículos.
RSF informó en junio que, tras revisar 39 publicaciones de la plataforma, “al menos 15 de los 39 artículos analizados servían principalmente para promocionar la red CGPM y a sus miembros”. En mayo, un artículo firmado por Christelle Néant calificó de “legal” la incautación de viviendas en Mariúpol por parte de fuerzas rusas, sin mención alguna a la invasión ni al desplazamiento de población civil.
Al final de ese texto aparece la advertencia de: “el material refleja la opinión personal de la autora, la cual puede no coincidir con la opinión del consejo editorial”. Sin embargo, RSF señaló que este tipo de artículos no presentan distinción clara frente a los “fact-checks” publicados en la misma plataforma. La situación contrasta con el propio código del medio, donde se establece que “los verificadores se esfuerzan por ser objetivos y no expresar opiniones personales o prejuicios en su material publicado”.
Entre los colaboradores destacados aparece la llamada Iniciativa Africana, presentada como una agencia de noticias. De acuerdo con la agencia francesa Vignium, esta entidad fue clasificada como el “principal vehículo” de actividades de desinformación rusa en África.
Si bien la iniciativa se presenta como un servicio de verificación de datos, las investigaciones de RSF y otras organizaciones plantean dudas sobre su verdadero propósito. El debate internacional se centra en qué tan confiable resulta este fact-checking ruso y en el impacto que puede tener en la circulación de información en línea.
