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La nave de carga Cygnus XL de Northrop Grumman se acopló exitosamente a la Estación Espacial Internacional (EEI) el 18 de septiembre, tras superar un fallo en su sistema de propulsión principal que obligó a rediseñar parte de su maniobra de aproximación. La misión, identificada como Northrop Grumman CRS-23, transporta más de 5.000 kilos de suministros, experimentos científicos y repuestos destinados a la tripulación de la Expedición 73.
El incidente se produjo el 16 de septiembre, cuando el motor principal de la nave se apagó prematuramente durante dos encendidos programados para elevar su órbita. Tras el evento, el equipo de ingeniería y operaciones de Northrop Grumman, en coordinación con la NASA, identificó una configuración conservadora en el software que activó el apagado por precaución. El equipo ajustó la programación de las maniobras y ejecutó nuevas operaciones de encuentro, todas con éxito.
Así, la Cygnus XL despegó el 14 de septiembre a las 18:11 EDT desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 40 de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, mediante un cohete Falcon 9 de SpaceX. Esta fue la primera misión en vuelo de la versión XL de Cygnus, que posee mayor capacidad de carga y volumen útil que sus predecesoras.
Dado lo anterior, el acoplamiento final se concretó a las 7:24 a. m. EDT del 18 de septiembre de 2025. El astronauta de la NASA, Jonny Kim, utilizó el brazo robótico Canadarm2 para capturar la nave, con la asistencia de su colega Zena Cardman. Posteriormente, el control de misión del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston tomó control remoto del brazo para instalar la nave en el puerto orientado hacia la Tierra del módulo Unity, donde permanecerá hasta marzo de 2026.
En declaraciones posteriores, Kim afirmó: “Felicitaciones a los equipos de la NASA y Cygnus por el exitoso lanzamiento, encuentro y captura de Cygnus. Adaptarnos y superar desafíos imprevistos es algo que hacemos en la NASA y estoy muy orgulloso de formar parte de este equipo”.
Esta nave de carga, la Cygnus XL, transporta experimentos científicos vinculados a la fabricación de cristales semiconductores, desinfección con luz ultravioleta, producción de fármacos contra el cáncer y desarrollo de tanques criogénicos. También incluye muestras biológicas como levaduras, leche fermentada y yogur, utilizadas en el estudio BioNutrients-3.
Además, durante la misión, los astronautas realizaron investigaciones sobre tejidos hepáticos bioimpresos, células madre óseas y parámetros cardiovasculares bajo condiciones de microgravedad. Estas actividades buscan mejorar la salud de las tripulaciones en misiones prolongadas y ofrecer beneficios médicos en la Tierra.
La nave Cygnus XL será utilizada como contenedor de desechos al final de su estadía. Durante la primavera de 2026, se desacoplará de la EEI y reingresará a la atmósfera terrestre, donde se desintegrará sin dejar residuos.
