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Una inusual propuesta fue presentada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien tiene acostumbrado al público a presentar iniciativas disruptivas. Sin embargo, esta vez, el mandatario propuso hacer algunas modificaciones a la “receta más exitosa del mundo”. Trump propuso modificar la fórmula de Coca-Cola en Estados Unidos, reemplazando el jarabe de maíz por caña de azúcar.
La propuesta fue presentada como parte de su campaña Make America Healthy Again (MAHA), pero además, esta idea podría representar un gran impulso al sector azucarero de Florida, estado en donde vive Trump, aunque, de hecho, la península lidera la producción nacional de caña.
Desde 1980, la fórmula de Coca-Cola en Estados Unidos incluye jarabe de glucosa, derivado del maíz, un insumo ampliamente utilizado por la industria alimentaria. Esta elección ha estado vinculada al abaratamiento de costos y a los subsidios federales dirigidos a productores agrícolas, en particular los del medio oeste. Con el paso de los años, este tipo de edulcorante se consolidó como estándar en numerosos productos procesados de consumo masivo.
Así, la iniciativa MAHA tiene entre sus objetivos principales promover la reducción de aditivos industriales, azúcares refinados y edulcorantes artificiales en alimentos y bebidas. También contempla la revisión de las guías alimentarias nacionales, cuya actualización está prevista para el verano. Según la publicación de Trump en la red Truth Social, el cambio de fórmula representa un paso hacia una opción “simplemente mejor”, agradeciendo públicamente a los directivos de la empresa.
Florida se posiciona como el mayor productor nacional de caña de azúcar. Diversos analistas del sector han advertido que un aumento en la demanda del edulcorante podría fortalecer la economía de ese estado, en contraste con regiones tradicionalmente asociadas a la producción intensiva de maíz. No obstante, ni la empresa ni la Casa Blanca han confirmado de manera oficial si el cambio de ingrediente será implementado en breve.
Durante una reunión con inversionistas, el CEO de Coca-Cola, James Quincey, indicó que la empresa explora nuevas fórmulas con menor contenido de azúcar, además de reforzar campañas de mercadotecnia enfocadas en bebidas reformuladas. Aunque no mencionó de forma directa el anuncio de Trump, la referencia se dio en el contexto de una estrategia para diversificar productos ante preocupaciones sanitarias globales.