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Las transferencias internacionales de dinero exponen a empresas globales a fraudes, bloqueos y errores que amenazan el destino final de sus pagos. De acuerdo con Federico Javin, director general de Conduit para Latinoamérica, “si una empresa no puede rastrear sus pagos, enfrenta errores operativos, bloqueos de cuentas o suplantación de identidades”. Estos riesgos, cada vez más sofisticados, pueden comprometer operaciones clave y generar pérdidas millonarias.
Los pagos internacionales atraviesan un complejo entramado de intermediarios, donde cada transacción involucra entre cuatro y cinco actores, incluidos bancos corresponsales, plataformas de mensajería financiera y procesadores de pago. Esta red fragmentada, sumada a diferencias regulatorias y zonas horarias, dificulta el monitoreo oportuno y genera vulnerabilidades ante ciberdelincuentes.
Actualmente, la región latinoamericana permanece especialmente expuesta debido a la infraestructura tecnológica desigual y a marcos regulatorios heterogéneos. Según el Global Treasury Survey 2024 de Deloitte, 58% de las compañías identifican la visibilidad de sus operaciones globales como un desafío crítico, mientras que 47% señalan la exposición a riesgos financieros.
Los incidentes más frecuentes incluyen la suplantación de identidad, donde los atacantes interceptan la comunicación y alteran los datos de la cuenta destino, así como errores de validación que provocan el rechazo de transferencias por información incorrecta no verificada previamente.
Frente a este panorama, Conduit compartió con NotiPress diversas medidas preventivas. Entre ellas destaca la evaluación constante de la infraestructura de pagos, el blindaje de canales de comunicación mediante cifrados y verificaciones dobles, así como la reducción de intermediarios para minimizar los puntos de falla. El rastreo completo sobre el flujo de dinero y la automatización de procesos emergen como prioridades tecnológicas.
Javin advierte: “Hoy, las empresas que gestionan pagos internacionales necesitan operar con visibilidad total, cumplimiento ágil y tecnología confiable. Porque lo que está en juego no es solo una transferencia: es la confianza que sostiene cada relación comercial”.
El crecimiento del comercio global y la digitalización financiera han incrementado la urgencia por adoptar pagos en tiempo real, que permitan un seguimiento completo del trayecto del dinero. Las compañías que no modernicen sus sistemas de pagos enfrentan cada día mayores riesgos de fraudes, bloqueos y pérdidas operativas, especialmente en mercados emergentes como América Latina.