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La neurocirugía avanza hacia una nueva era con el desarrollo de tecnologías de precisión enfocadas en la reparación del sistema nervioso periférico. Estas enfermedades, causadas por lesiones o disfunciones que afectan los nervios responsables de conectar el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo, representan un desafío clínico importante. Los pacientes pueden experimentar dolor neuropático, debilidad muscular o pérdida sensorial, según el tipo y localización del daño.
Según información exclusiva obtenida por NotiPress, el Hospital Houston Methodist, en Estados Unidos, lidera investigaciones que integran procedimientos quirúrgicos avanzados y tecnología implantable para mejorar la recuperación funcional en casos complejos. El Dr. Damiano Barone, neurocirujano de dicha institución, explicó que “el sistema nervioso periférico cumple la función de conectar el sistema nervioso central con la periferia corporal —músculos, piel, órganos sensoriales— permitiendo respuestas motoras y sensitivas”.
La regeneración nerviosa espontánea ocurre a un ritmo lento, lo que limita la recuperación cuando las distancias entre el sitio del daño y el músculo afectado son extensas. “En trayectos largos, como del cuello a la mano, la regeneración puede tomar más de un año. Sin embargo, después de seis meses a un año, el músculo deja de aceptar nuevas conexiones nerviosas. Por ello, muchas veces la solución óptima es una intervención quirúrgica precoz y directa”, explicó Barone.
En respuesta a esta limitación, se aplican técnicas como la transferencia nerviosa, la cual redirige la función de un nervio sano hacia uno lesionado. Esta estrategia permite reducir la distancia que debe recorrer la regeneración, optimizando así la funcionalidad postoperatoria. Otra técnica utilizada es la transferencia muscular libre, la cual sustituye músculos no funcionales con otros viables, conectándolos quirúrgicamente a nervios que aún pueden responder.
Paralelamente, el equipo de investigación desarrolla interfaces neuronales de última generación capaces de registrar y estimular la actividad eléctrica de los nervios, la médula espinal o el cerebro. Estas tecnologías buscan interceptar las señales nerviosas en su origen y redirigirlas funcionalmente. “Nuestro objetivo es capturar esa señal antes de que se pierda y traducirla en acción motora efectiva mediante estimulación directa”, señaló Barone.
Si bien los dispositivos se encuentran en fase preclínica, los resultados son prometedores. También se trabaja en una plataforma híbrida que incorpora terapia celular con células madre sobre los dispositivos, con el objetivo de promover la regeneración del tejido nervioso dañado y amplificar la conectividad bioeléctrica.
Además, para lesiones medulares, se desarrollaron electrodos circunferenciales que capturan señales por encima y por debajo del sitio dañado, permitiendo su transferencia mediante sistemas de conducción fluidodinámica o electrónica y evitando el área lesionada.
Estas innovaciones reflejan una perspectiva multidisciplinaria que combina neurocirugía, bioelectrónica e ingeniería de tejidos para restaurar funciones en pacientes con patologías neurológicas graves. “Nuestro trabajo representa un paso decisivo hacia una medicina neurológica más restaurativa, personalizada y basada en la tecnología. Una verdadera frontera emergente en la neurocirugía contemporánea. Lo que antes era una barrera anatómica insalvable, hoy comienza a ser abordado con herramientas de altísima precisión científica”, concluyó el especialista.