Estudios confirman el daño a la salud que provocan algunos alimentos ultraprocesados

NotiPress

Un nuevo documento de asesoramiento científico de la Asociación Americana del Corazón advierte que el consumo elevado de alimentos ultraprocesados (UPF) está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiometabólicas, incluyendo infartos, accidentes cerebrovasculares, obesidad y diabetes tipo 2. A toda una serie de estudios que confirman estas consecuencias se le suma un nuevo análisis, publicado en la revista Circulation, el cual revisa la evidencia científica disponible y propone cambios en investigación, políticas y regulación para mejorar la calidad de la dieta y la salud pública.

Según el informe, la mayoría de los UPF se caracterizan por una combinación de grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio, conocida como perfil High-Sales of Foods (HFSS), que contribuye al exceso calórico y a problemas de salud a largo plazo. Entre estos alimentos se incluyen bebidas azucaradas, carnes procesadas, cereales refinados y productos horneados industriales. No obstante, el documento reconoce que algunos UPF, como ciertos cereales integrales o lácteos bajos en grasa, pueden formar parte de una dieta saludable.

La presidenta del grupo de redacción, Maya K. Vadiveloo, señaló: “Sabemos que consumir alimentos con demasiadas grasas saturadas, azúcares añadidos y sal es perjudicial para la salud. Lo que desconocemos es si ciertos ingredientes o técnicas de procesamiento hacen que un alimento sea perjudicial, más allá de su baja composición nutricional”.

Datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos revelan que el 55% de las calorías consumidas por personas de todas las edades en ese país provienen de UPF. En el grupo de 1 a 18 años, el porcentaje asciende al 62%. El consumo es mayor en hogares con ingresos bajos, lo que refleja la accesibilidad y promoción de estos productos frente a opciones más saludables.

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El informe también cita un metaanálisis que encontró que una ingesta alta de UPF puede aumentar entre un 25% y un 58% el riesgo de problemas cardiometabólicos y hasta un 66% la mortalidad por cualquier causa. Entre las recomendaciones se incluyen reducir el consumo de los UPF con peor perfil nutricional, implementar etiquetado frontal para advertir sobre su contenido y aumentar la investigación sobre el impacto de aditivos y métodos de procesamiento.

La Asociación enfatiza que, mientras se amplía la evidencia, las personas deberían priorizar una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, semillas y proteínas magras, limitando los UPF con alto contenido en grasas, azúcares y sal para mejorar la salud a corto y largo plazo.