Enfoque familiar podría reducir la incidencia de obesidad infantil a largo plazo

NotiPress

Un estudio liderado por investigadores del University College London (UCL) sugiere que adoptar un enfoque familiar, centrado especialmente en la salud materna, podría ser clave para reducir la obesidad infantil a largo plazo. Los hallazgos, publicados en la revista PLOS Genetics, se basan en el análisis de datos genéticos y de salud de 2,621 familias del Reino Unido.

El estudio examinó la relación entre el índice de masa corporal (BMI) de los padres y el peso, alimentación y medidas de adiposidad de sus hijos desde el nacimiento hasta los 17 años. Los resultados revelaron que, aunque tanto la madre como el padre influyen en el peso infantil, la genética materna tiene un impacto adicional incluso cuando los genes no son heredados directamente.

Este fenómeno, conocido como “genetic nurture”, se refiere a cómo los genes de los padres moldean el entorno que crean para sus hijos, incluyendo hábitos alimenticios, condiciones del embarazo y patrones de crianza. En el caso de las madres, este efecto se observó más allá de la transmisión genética directa, lo que sugiere que sus características genéticas influyen en el desarrollo de sus hijos a través de conductas vinculadas a la salud.

El autor principal del estudio, Dr. Liam Wright, del Instituto de Investigación Social de UCL, señaló: “Además de los genes que las madres transmiten, nuestros hallazgos sugieren que la genética materna es clave para modelar el entorno en el que se desarrolla el niño, influyendo indirectamente en su BMI también”.

El equipo de investigación enfatizó que estas conclusiones no buscan señalar responsabilidades individuales, sino ofrecer evidencia para el diseño de políticas públicas más eficaces. En particular, proponen que intervenciones dirigidas a mejorar el BMI de las madres, especialmente durante el embarazo, podrían tener un impacto intergeneracional positivo en la salud infantil.

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Los investigadores también reconocieron las limitaciones del BMI como medida única de acumulación de grasa corporal, por lo que complementaron su análisis con otros indicadores relacionados con la adiposidad, como la masa grasa. Los patrones alimenticios de los menores se evaluaron mediante registros auto-reportados, considerando consumo de frutas, verduras, comida rápida y bebidas azucaradas.

En el contexto británico, la obesidad infantil continúa siendo una preocupación persistente. Datos del NHS señalan que un 27% de niños entre 2 y 15 años fueron clasificados como obesos o con sobrepeso en 2024. El estudio, financiado por el Medical Research Council, el Economic and Social Research Council y el Norwegian Research Council, refuerza la importancia de un enfoque preventivo que contemple el entorno familiar como factor clave en la salud a largo plazo.